La depresión no es solo sentirse triste
En algún momento de nuestra vida todos experimentamos situaciones que nos pueden llevar a sentirnos tristes o infelices. Perder a un ser querido, experimentar una ruptura sentimental, ser diagnosticados con alguna enfermedad, sufrir dificultades económicas, conflictos en el entorno laboral o en el hogar, serían ejemplos, en este sentido. Sin embargo, experimentar tristeza en estos momentos no quiere decir que suframos depresión.
La depresión es una enfermedad que va más allá del sentimiento de tristeza y tiene un impacto muy significativo en casi todas las facetas de la vida de las personas (personal, familiar, social, laboral, sexual….).
Síntomas de la depresión
Los síntomas de la depresión se pueden agrupar en cuatro categorías:
1- Síntomas emocionales:
- Sentimientos persistentes de tristeza, vacío, desesperanza y pesimismo.
- Sentimientos de culpabilidad, inutilidad o impotencia.
- Pérdida de interés o placer en las actividades.
- Pensamientos relacionados con la muerte o el suicido.
- Intentos reales de suicidio.
2- Síntomas de ansiedad
- Sentimientos de irritabilidad, frustración o intranquilidad.
- Rumiación obsesiva.
- Alteraciones psicomotoras.
3- Síntomas cognitivos
- Dificultades de concentración y memoria.
- Dificultades para tomar decisiones.
- Dificultades a la hora de planificar.
- Enlentecimiento en la velocidad de procesamiento de la información.
3- Síntomas somáticos
- Fatiga, disminución de energía, cansancio o sensación de lentitud.
- Alteraciones en el sueño, (dificultades para dormirse, levantarse muy temprano o dormir demasiado).
- Alteraciones en el apetito y/o en el peso (aumento o disminución).
- Dolores y mialgia.
Cuando la depresión no responde al tratamiento
La depresión es uno de los trastornos más prevalentes en todo el mundo, con más de 10 millones de personas diagnosticadas por año sólo en Europa y 2,1 millones de personas en España. En la mayoría de los casos la depresión puede tratarse desde un enfoque psicofarmacológico, es decir, mediante la combinación de antidepresivos y psicoterapia. No obstante, alrededor de un 20-30 % de los pacientes no responden al tratamiento estándar, por lo que se consideran resistentes al tratamiento.
En este sentido, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) define la depresión resistente al tratamiento como un trastorno derivado de la depresión que presenta ausencia de mejora significativa frente a, como mínimo, 2 antidepresivos diferentes (de misma o distinta clase, dosis, duración y adherencia adecuadas).
Si este es tu caso, es importante que no pierdas la esperanza y que no te des por vencido/a dado que actualmente, gracias al avance de la investigación, existen otras opciones de tratamiento no farmacológico con resultados prometedores frente a la depresión resistente como es el caso de las técnicas de estimulación cerebral no invasivas.
¿Qué es la tDCS?
La estimulación transcraneal por corriente directa (tDCS, del inglés transcranial Direct Current Stimulation), en concreto, es una técnica de neuroestimulación cerebral, no invasiva, indolora, de seguridad y eficacia probada. Esta tecnología implica el uso de corriente eléctrica continua de entre 1 a 2 miliamperios (mA), aplicada a áreas específicas del cerebro a través de electrodos colocados en el cuero cabelludo, sobre el cráneo.
El principal efecto de la tDCS en las neuronas es un desplazamiento del umbral de los potenciales de membrana en reposo hacia la despolarización o hiperpolarización dependiendo de la dirección del flujo de corriente respecto a la ubicación de los axones de las neuronas. Es decir, esta técnica permite que las neuronas puedan responder con mayor o menor facilidad. Asimismo, se ha podido comprobar que una estimulación de corta duración (varios segundos) ya es suficiente para inducir estos cambios en la excitabilidad de las neuronas; si utilizamos esta técnica durante un protocolo de varias sesiones, los cambios en la excitabilidad pueden mantenerse a largo plazo.
Utilización de la tDCS en el tratamiento de la depresión.
En el caso de la depresión, sabemos que existen alteraciones en el funcionamiento de diferentes regiones cerebrales como, por ejemplo, la corteza prefrontal dorsolateral, la corteza prefrontal ventromedial, la amígdala y el hipocampo, entre otras. De todas ellas, la corteza prefrontal dorsolateral desempeña un papel crítico dado que esta región cortical modula diferentes circuitos que controlan aspectos tan dispares como la regulación de las emociones, el control del sueño y la ingesta, diferentes funciones cognitivas y la resiliencia a la respuesta de estrés, entre otras.
Cuando se analiza la activación cerebral en reposo de una persona con depresión y se compara con una persona sin esta patología, se muestra una marcada disminución de la activación basal de la corteza prefrontal dorsolateral. Con tDCS se puede aumentar el nivel de activación de esta región cortical y que el efecto se mantenga a largo plazo. Esto puede redundar positivamente en tres aspectos: una mejora de la sintomatología depresiva, un aumento del funcionamiento cognitivo y una reducción de los niveles de ansiedad mostrados.
Eficacia probada
En la Unión Europea, la tDCS dirigida a aumentar la excitabilidad de la corteza prefrontal dorsolateral está aprobada para el tratamiento de la depresión. En este sentido, una reciente revisión sistemática del 2020, a nivel europeo, encontró evidencia de nivel A (eficacia definitiva) para la tDCS en relación con el tratamiento de la depresión. Actualmente, se siguen explorando otras aplicaciones para la tDCS, incluyendo posibles tratamientos para la esquizofrenia, afasia, epilepsia y rehabilitación motora.
Empleada correctamente, y de acuerdo con los protocolos de seguridad establecidos, la tDCS se considera una forma segura de neuromodulación cerebral. Cualquier efecto adverso parece estar limitado a hormigueo temporal, picazón y enrojecimiento en el sitio de la estimulación donde se colocan los electrodos. Además, debido a que el aumento de la corriente es progresivo, estos efectos adversos pueden reducirse hasta evitarse.
ISOMAE es el primer centro de psicología que cuenta con la última tecnología en tDCS en el Tratamiento de la Depresión y el Dolor Crónico, en Sant Cugat del Vallés. Nuestros dispositivos están autorizados por la Administración de Medicamentos y Alimentos (EEUU), y disponen de CE sanitario (requisito obligatorio para la comercialización de productos sanitarios en Europa).
Equipo del servicio de neuromodulación